¿Qué hago yo cuando me pierdo en tu mirada?
Cuando tus ojos se fijan en los míos y se anclan, ambos ellos, sellados de sonrisa adolescente de verdad pura y concisa.
El amor es ese juego, en el que dos caen presa uno del otro mientras se observan sus pupilas,,,,frente a frente,,,,dilatadas de cariño aun sin caricias. Casi apenas sin tocarse sus dos cuerpos, resguardados si se miran de reojo. Cómplices entre sus miradas distraídas.
Deambulando en los espacios y contextos elegidos,,,,pues tras el azar que aquí nos ciñe, suena y sabe a pura valentía.
Y que huyan de una vez por todas los que increpan, los que creen saber algo y así opinan.
Este juego al que jugamos cada día, no es el suyo si no aportan soluciones. No lo es si no se olvidan de sí mismos.
Y a nosotros no nos valen cuando digan,,,,que las normas que inventamos son ficticias. Cuando sus consejos incoherentes rectifican,,,,las certezas que dictamos tuya y mía.
Que se aparten, pues sólo son tonterías, que amenazan sin saberlo esta grata inercia decidida.
Y es que en esta lucha cuerpo a cuerpo, los que pugnan pasan inadvertidos y no nos sangran las heridas.
Sólo puedo refugiarme en el marrón de tu mirada, así como tú en el negro de la mía. Y el carmín rojo de amor de nuestros labios, cuando se funden, sacan las lenguas que entrelazan la armonía que nos sume en este empeño,,,,de compartir completamente nuestras vidas.
Y si aun así no hago hincapié en sus errores, que nos dejen acertar en la mentira que hasta aquí nos ha traído no prevista.
¿Quién podría prevenir o predecir que esto saldría, a pesar de no contar con sus absurdas y obsoletas profecías?
Que no provoquen pues de amor andamos locos.
Y esta verdad, a día de hoy, nadie o nada puede discutirlas.
Sempre teu
SiR